Reunión sobre la Piedra del Letrero de arqueólogos, ayuntamiento y ASODECO

Ayer por la tarde, día 18 de mayo, se reunieron sobre la Piedra del Letrero, en el municipio de Montizón, en el núcleo de población de Venta de los Santos, los arqueólogos Vicente Barba, Alberto Fernández y Francisca Alcalá, con el alcalde de Montizón, Valentín Merenciano, y con el gerente de ASODECO, Sebastián Lozano, para evaluar los trabajos y resultados de los trabajos arqueológicos llevados a cabo en este paraje para poner al descubierto todos los misterios de la popular y misteriosa Piedra del Letrero, excavación arqueológica autorizada por la Consejería de Cultura y subvencionada por los fondos FEADER del programa LIDERA que gestiona ASODECO para la comarca de El Condado.

Recordemos que más allá de la leyenda templaria sobre la Piedra del Letrero, que en las novelas de Juan Eslava Galán de su trilogía templaria se convierte en un emplazamiento mágico para activar los poderes de la Mesa del Rey Salomón, la investigación arqueológica se centraba en los documentos aportados a ASODECO sobre la misma por el propio escritor Juan Eslava Galán y que son el artículo periodístico publicado por Teudiselo Cobo Martínez en 1915 en la revista Don Lope de Sosa. Recordemos también que después en 1945 se construyó sobre la gran losa de piedra un cortijo, ahora en ruinas.

Durante los dos últimos meses se han realizado los trabajos arqueológicos y ya ha sido el momento de empezar a evaluar los resultados obtenidos.

Teudiselo Cobo Martínez daba en su artículo la descripción de varios elementos. En primer lugar hace referencia a las narraciones tétricas populares que se contaban en la zona sobre dicha Piedra del Letrero y que a él se lo transmitió su abuela, referidas a un lugar vinculado a asesinatos y muertes por los bandoleros seguramente en el siglo XIX. Vinculado a esto, primero él describe en su artículo la existencia de  una célebre inscripción sobre la losa de piedra silícea con variadas versiones fantásticas y que atraía a muchos visitantes, donde aparece esculpida una cruz y letras y las palabras "Dios i María". Atribuye esta inscripción a sigo terrorífico de muerte relacionado con las narraciones de las acciones de los bandoleros en la zona. En la excavación se ha constatado, tal como los vecinos mayores de la zona ya adelantaron, que las inscripciones fueron destruidas al construirse el cortijo en 1945 precisamente por sus referencias de muerte y terror que albergaban, usando la piedra para la propia construcción del mismo, testimonios ya aportados por vecinos que llegaron a trabajar en su construcción. Efectivamente, del lugar donde Teudiselo Cobo describe su ubicación se ha podido certificar el enorme paño de losa de roca que ha sido destruido. Por tanto, la inscripción vinculada al bandolerismo no se ha podido recuperar.

Por otra parte, la narración de Teudiselo es aún más rica, describiendo también en su artículo, que existía tallada en la roca un cilindro de unos cien centímetros de diámetro y una altura de unos treinta centímetros unida a la roca, con una greca grosera tallada concéntrica, así como de un banco silíceo de unos doce metros por diez y rebajes uniformes de unos quince centímetros.  Hasta ahora, sin confirmar con carácter definitivo nada por los arqueólogos, pues su trabajo no ha terminado, y siendo necesario descubrir un poco más del terreno, todo apunta a que sea la calzada romana Heráclea o Vía Augusta, donde las hendiduras en la roca paralelas sean las producidas por las ruedas de los carros cargados de minerales desde Cástulo hacia el Levante, y el cilindro sea la base de un miliario romano de la Via Augusta. Tengamos en cuenta que efectivamente por esta zona pasaba la vía romana, que en Montizón se sitúa la estación o mansio de la Vía llamada DUO SACARIA, que estaba a 19 millas de la de AD MORUM, un poco antes de Navas de San Juan. La Vía Augusta, Vía Heráclea o Hercúlea o Vía Aníbal, unía Gades (Cádiz) con Roma en una de las autopistas de la época romana más largas del Imperio, unos 1500 kilómetros, recogida entera en los Vasos Vicarello o Apolinares, que son cuatro vasos recubiertos de plata encontrados en Vicarello, cerca de Roma, pudiendo ser las ofrendas de algún gaditano ilustre de principios del siglo IV, y donde enmarcados en unas columnsa aparecen grabados los nombres de las 104 estaciones o mansios existentes en la ruta Gades-Roma. En Jaén hay cinco estaciones, de las cuales dos están en la comarca de El Condado.

Por tanto, la Piedra del Letrero es un punto mágico donde confluyen diversos elementos históricos y literarios que lo convierte en un lugar  muy interesante y atractivo

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Piedra del Letrero2. Lope de Sosa, 1915, p. 285 - copia

. La investigación continúa hasta confirmar estas hipótesis.